540-480 a.C.
Heráclito era famoso por su insistencia en el cambio (“todo fluye“, con su firme compromiso con la unidad de los contrarios), a diferencia de Parménides, quien declaraba que “lo que es, no puede no ser“, negando así el cambio.
No se ha conservado directamente ningún escrito de Heráclito, por lo que la conservación de su pensamiento se debe a la transmisión oral. Sus ideas se conservan, fundamentalmente, gracias a transcripciones de los comentarios encontrados 800 años después de su muerte por Diógenes Laercio en el tardo Imperio Romano. Su apodo de “llorón” fue puesto por Teofrasto, discípulo de Aristóteles y Cofundador del Liceo, y que al parecer, no era un apasionado de Heráclito.
Lenguaje
(i) La obra de Heráclito es completamente aforística. Su estilo remite a las sentencias del oráculo de Delfos y reproduce la realidad ambigua y confusa que explica, usando el oxímoron (usar dos conceptos de significado opuesto en una sola expresión, que genera un tercer concepto) y la antítesis (oposición entre dos términos contrarios) para dar idea de la misma.
Aportación política
(i) Es probable que interviniera en los asuntos políticos de Éfeso en el período en que el gobierno de Persia había dado autonomía a la ciudad.
(ii) Como buen jónico, no podía ni ver a Atenas.
(iii) El desprecio de Heráclito hacia los hombres le llevó a pensar que sólo la fuerza obligaría a los hombres a obrar en su propio bien.
(iv) Heráclito afirma que la guerra es algo bueno, común para todos, ya que la lucha es justicia.
(v) Heráclito no era defensor de la democracia.
Idea fuerza filosofía
- (i) La filosofía de Heráclito se resume en que todo está en el cambio incesante, proceso de continuo nacimiento y destrucción al que nada escapa.
- (ii) No es uno de los primeros filósofos físicos, aunque se confunda con ellos al mencionar el fuego como fuente de todo (agua para Tales de Mileto, el aire para Anaxímenes y el ápeiron para Anaximandro). Heráclico se refiere al fuego en sentido figurado (fuego como continuo movimiento y cambio constante).
- (iii) Para Heráclito la naturaleza está regida por una ley que denomina Logos: con el significado de razón, palabra o discurso en griego. Este Logos se encuentra dentro del alma de cada uno, y hay posibilidad en todo hombre de despertar, escucharlo y volverse sabio.
- (iv) Los contrarios: Al uso de los sentidos y de la inteligencia hay que unir una actitud crítica e indagadora. La acumulación de saberes no forma al verdadero sabio, porque para Heráclito lo sabio es “uno y una sola cosa”, esto es, la teoría de los opuestos, interpretación que muestra su monismo, aunque quizás sea más bien un dialéctico primigéneo. Platón y Aristóteles veían esto contradictorio, al una cosa poder ser y no ser al mismo tiempo. Para Heráclito ningún opuesto puede darse sin el otro, y por tanto la realidad es una y múltiple al mismo tiempo por la esencia de todas las cosas, haciendo que exista una identidad o una idea universal concreta basada en la diferencia.
- (v) El cambio: todo fluye. Para Heráclito el devenir está animado por el conflicto, una contienda que es al mismo tiempo armonía, no en sino en el ajuste de fuerzas contrapuestas.
Ética
(i) El hombre. Para Heráclito el Logos describe “lo que es”, divino, eterno e inmutable. El hombre puede descubrir este Logos en su propio interior, pues el Logos es común e inmanente al hombre y a las cosas.
(ii) Ley y libertad: Heráclito distingue entre las leyes humanas y la ley divina. Se manifiesta contra el derecho consuetudinario tradicional en contraposición con la ley dada por el Estado. Sin embargo, elimina el sentido humano de la justicia de su concepto de Dios, pues para Dios todas las cosas son justas, buenas y justas. La ley es obedecer el plan de un solo hombre, y las leyes humanas están alimentadas por la ley divina (el logos) que los hombres deben defender. La verdadera virtud consiste en la subordinación del individuo a las leyes de la armonía del Logos, donde se encuentra la verdadera libertad.
Religión
- (i) Heráclito cree que tanto Dios como el fuego son “querer y excederse”. Por “Dios” Heráclito no describe la versión cristiana de un solo Dios como motor inmóvil de todas las cosas, Dios como Creador, porque el universo es eterno, “siempre fue y será”; pero lo divino se opone a lo humano; lo inmortal frente a lo mortal, lo cíclico frente a lo transitorio. Podría decirse que es más preciso hablar de “lo Divino” y no de “Dios”.
- (ii) A pesar de su empleo del lenguaje religioso, su visión teológica era bastante panteística. No obstante en algunos fragmentos habla de un Dios persona.
- (iii) Heráclito consideró que el alma humana era una mezcla de fuego (noble) y agua (innoble).
- (iv) Heráclito elimina el sentido humano de la justicia de su concepto de Dios, pues para Dios todas las cosas son justas y buenas.
“Todo fluye”.
CURIOSIDADES.
(i) Heráclito fue conocido como el filósofo oscuro y como el “filósofo llorón“, aunque lo cierto es que fue contemporáneo y con ciertos parecidos a Confucio y Buda.