SAN AGUSTÍN

354-430 d.C.

Ante todo, la Doctrina.

San Agustín realiza la primera síntesis entre el cristianismo y la filosofía platónica. Inspirado por la fe, sus ideas dominarán el panorama filosófico cristiano hasta el Tomismo.

Lenguaje

En su apasionada lucha contra el hereje, San Agustín empleó un gran esfuerzo en la argumentación para combatir las distorsiones del lenguaje (fuente de toda distorsión interesada). Alguno de sus estudios más importantes son:

(i) LA DOCTRINA CRISTOLÓGICA. Es la defensa de Cristo frente a todo lo demás.


Con gran claridad en la formulación, San Agustín define una persona en dos naturalezas. Defiende la doctrina contra todas las herejías y presenta a Cristo como ejemplo diáfano de la gratuidad de la gracia. Expresa la unidad de la persona y dualidad de las naturalezas en Cristo de la siguiente manera:

Aquel que es Dios es también hombre, y aquel que es hombre es también Dios; no por la confusión de las naturalezas, sino por la unidad de la persona. Esta unión es admirable y la mejor analogía es la unión que se produce en el hombre, la del cuerpo y del alma en la unidad de la persona.


En virtud de la comunicación de idiomas Agustín defiende que Dios ha nacido, que Dios ha sido crucificado, que Dios ha muerto. Por último Agustín aclara que la naturaleza humana fue asumida a la unión personal con el Verbo en el mismo instante en que fue creada.


(ii) LA MARIOLOGÍA. San Agustín defiende la Inmaculada Concepción con los siguientes argumentos:


1.- Por la comunicación de idiomas defiende la maternidad divina: «Dios ha nacido de una mujer». La virginidad perpetua: «Virgen concibió, Virgen dio a luz y Virgen permaneció». La santidad de María. Es inmune a todo pecado.

La relaciones entre María y la Iglesia. María es modelo de la Iglesia por el esplendor de sus virtudes y por la gracia de ser corporalmente lo que la Iglesia debe ser espiritualmente.


(iii) SOTERIOLOGÍA o la argumentación de San Agustín a favor de la salvación.


Para defender la Iglesia contra los pelagianos y paganos, San Agustín profundizó en la soteriología y la gracia desarrollando los siguientes puntos: Cristo es el único mediador y en cuanto hombre Dios. Cristo es el mediador en cuanto redentor. Cristo se encarnó para redimir a los hombres del pecado. La redención es necesaria pues nadie puede salvarse sin Cristo.

La redención es objetiva porque no consiste sólo en el ejemplo, sino que la reconciliación con Dios es universal ya que Cristo murió por todos los hombres. De esta teología de la redención, san Agustín, deduce la teología del pecado original: consiste en un alejamiento de Dios, precisamente porque Cristo nos ha reconciliado a todos los hombres con Dios.

Cristo como sacerdote y sacrificio. Cristo quiso ser no sólo sacerdote, sino además sacrificio.


(iv) ANTROPOLOGÍA SOBRENATURAL. Es el conjunto de argumentaciones de San Agustín sobre el pecado original, la justificación, la gracia y la predestinación.


La doctrina católica discurre entre los opuestos errores de los maniqueos y de los pelagianos. San Agustín defendió la existencia del pecado original, la bondad de las cosas, la remisión total y perfecta de los pecados en el bautismo, se opuso a la tesis pelagiana de impecancia, enseñó la necesidad de la gracia y la libre cooperación del hombre.


Tras todo ello, San Agustín profundizó sobre sus argumentos del pecado original, la justificación, la gracia y la predestinación. En el pecado original distingue entre existencia y naturaleza. Defendió su existencia con todos los argumentos de la teología, bíblicos, litúrgicos, artísticos y de razón: la finalidad soteriológica de la encarnación, (Rm 5,12-19), el bautismo de los niños, la tradición y el problema del mal.

En cuanto a su naturaleza, reconoce su carácter misterioso. Afirma que se trasmite por propagación y lo define de la siguiente manera: el pecado original es la concupiscencia unida al reato. Por último, es falso que san Agustín identificara pecado original y concupiscencia.

Para comprender la justificación, hay que distinguir entre remisión de los pecados y renovación interior: la remisión de los pecados es plena y total y la renovación interior es progresiva y alcanza su perfección sólo en la resurrección. La justificación cristiana comporta ya en esta vida la restauración de la imagen de Dios, aunque plenamente sólo se alcanza en el más allá. Antes del pecado, el hombre gozaba de la libertad menor, consistía en poder no pecar y poder no morir; después de la resurrección gozará de libertad mayor, que consiste en no poder pecar y no poder morir. Esta idea de justificación es escatológica.


La gracia adyuvante. La gracia no es la creación, ni la ley, ni la sola justificación. Su función es alejar los obstáculos que nos impiden hacer el bien. Es el don gracioso de Dios, la inspiración de la caridad, es un don gratuito de la benevolencia divina. El doctor de la gracia, afirma la absoluta necesidad de esta gracia para poder evitar el pecado y para alcanzar la salvación. Esta gracia es eficaz, pero para explicarlo entramos en el tema delicado de la libertad y el don divino. El libre albedrío no es aniquilado por la gracia, sino que es fortalecido. «Aquel no sucumbe porque es ayudado, sino que es ayudado para que no sucumba». Hay una armonía entre la gracia y la libertad.


La predestinación es la presciencia de Dios y la preparación de sus beneficios, por los que “se salva todo el que se salva“. San Agustín enseñó dos verdades contrarias en apariencia: la gratuita predilección de Dios por los elegidos y el amor de Dios por todos los hombres. Dios tiene siempre en su haber una gracia que ningún corazón, por puro que sea, podrá jamás rechazar, entonces ¿por qué no la usa con todos y permite que algunos perezcan? San Agustín responde que no sabe. Esta doctrina también tiene un significado pastoral, pretende ayudar al cristiano a evitar la presunción y la desesperación.

Aportación política

San Agustín aporta su opinión sobre el gobierno de la ciudad terrestre, subordinada a la divina y necesaria como ésta. Sus disertaciones definen puntos de orden político que desempeñan un papel decisivo en toda la Edad Media. A continuación se plasman los más importantes:

1.- La justicia como tal exige el culto a Dios, tal como se le debe, por ello un Estado sólo puede ser justo si es cristiano.

2.- Todos los acontecimientos de la historia universal son otros tantos momentos en la realización del plan querido y previsto por Dios.

3.- El Estado es la multitud de criaturas racionales asociadas de común acuerdo en cuanto a las cosas que aman. Si aman lo bueno, la sociedad será buena; si aman lo malo, será mala.

4.- El poder despótico del pater familias, tal como está definido por la ley romana, es consecuencia del pecado, y lo mismo sucede con la esclavitud.

5.- El poder del príncipe es de origen divino.

Resumen: San Agustín defiende una sociedad sobrenatural fundada en la sabiduría cristiana, y esencialmente distinta del Estado, pero compatible con él (ya que es el peaje para vivir en orden).

Libro: “La ciudad de Dios“.


Idea fuerza filosofía

(i) San Agustín estructura la primera síntesis entre el cristianismo y la filosofía platónica. Inspirado por la fe, el desarrollo intelectual de San Agustín dominará el panorama filosófico cristiano hasta la llegada del relevo de Santo Tomás de Aquino.

(ii) San Agustín detectó una nueva dimensión del hombre: la intimidad, como lugar donde se descubre a Dios.


(iii) La filosofía fue para San Agustín el amor y esfuerzo del alma entera hacia la sabiduría y hacia la verdad. La verdad era para San Agustín el ideal supremo. Esta verdad (inquietud por el absoluto y la búsqueda de felicidad) es el alma y Dios, los dos objetos fundamentales de su preocupación filosófica.

(iv) San Agustin expresa la “metafísica ejemplarista” como la teoría que rezuma platonismo que afirma que las cosas que existen en nuestro mundo no son más que meras copias, sombras de realidades ejemplares: Es por ello que funda una metafísica de la verdad que fundamenta el ascenso a Dios como verdad eterna y se despliega en el ejemplarismo gnoseológico (teoría del conocimiento) de la iluminación y el ejemplarismo moral de la participación por la criatura en la ley eterna carácter inmanentista :

“Dios es la causa de todas las cosas y que todo, por lo tanto, está en Dios: no existe nada fuera de Él”.

San Agustín, el gran Santo Romano (Mateo 2020)

Ética

(i) El que todo hombre desee ser feliz, el que aspire a la vita beata, forma parte para San Agustín de los datos fundamentales de la existencia humana.

(ii) El conocimiento y la voluntadesta (voluntas) es idéntica al amor– se entreveran y determinan recíprocamente.

(iii) San Agustín distingue entre disfrutar (ocuparse de una cosa con amor por ella misma), y utilizar (cuando la voluntad se ocupa de un objeto con el propósito de disponer de él en su propio provecho). Sólo las cosas eternas se pueden disfrutar.

(iv) Para San Agustín la libertad es, frente a la posibilidad o capacidad de elegir entre bien y mal, elegir siempre el bien. Al producirse la caída, queda el libre albedrío (capacidad de elegir).
Concepto de gracia : es la ayuda divina (fruto de la redención) para elegir el bien.

Concepto de beatitud: Es la unión del alma con Dios , la suprema felicidad, lo que comporta que sea el último fin.


Religión

(i) San Agustín se inspira en los siguientes principios para hacer progresar la ciencia teológica: a) Adhesión plena a la autoridad de la fe. b) Deseo ardiente de alcanzar la inteligencia de la fe. c) Firme persuasión de la originalidad de la doctrina cristiana. d) Sentido profundo del misterio, e) Subordinación constante de la teología a la caridad y d) Atención a la precisión del lenguaje.

(ii) San Agustín es el gran defesor primigéneo de la doctrina trinitaria, y para su asentamiento, despliega un importante esfuerzo intelectual:


Dicha argumentación comienza con la profesión de fe, expone las dificultades e interroga a las Escrituras para responder a aquellas. Estudia la unidad y propiedades de las tres personas divinas, las procesiones y misiones, las operaciones hacia fuera de la Trinidad (que son comunes a las tres personas divinas). San Agustín propone la doctrina de las relaciones y recurriendo a la imagen de la Trinidad en el hombre, encaminando a este al amor y a la contemplación de la Trinidad. El Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo, pero principalmente del Padre, pues el Padre, que es el principio de la deidad, concede al Hijo el expirar el Espíritu Santo, éste procede como Amor y, por tanto, no es engendrado. Sin embargo la argumentación tiene por centro a Cristo, se da dentro de la vida de la Iglesia, y su tarea es la restauración de la imagen de Dios en el hombre al nutrirse de la sabiduría de las Escrituras.


(iii) Las líneas teológicas esenciales de San Agustín son:


a.- La vocación universal a la santidad. Todos los cristianos pueden alcanzar la salvación.
b.- La caridad, centro, alma y medida de la perfección cristiana. La caridad es el contenido de las escrituras, el fin de la teología, la síntesis de la filosofía y la esencia y medida de la perfección cristiana. La caridad pone en un juego el dinamismo cristiano y el único deseo que tiene es a Dios.
c.- La humildad, condición indispensable para el crecimiento de la caridad. Tenemos que reconocer lo que somos: criaturas, hemos de reconocer la gratuidad de la gracia.
d.- La purificación, ley de las ascensiones interiores. Necesitamos de la “ascesis” para crecer en la caridad.
e.- La necesidad de elaboración. El hombre ha de ser maestro de oración y preparar su corazón para recibir lo que Dios quiera dar. Esta oración debe llevarnos a los demás, ya que es una herramienta que nos une en lo espiritual con los demás.
f.- La ascensión por los grados del alma hacia Dios. Describe cuatro grados: virtud, serenidad, entrada y morada o contemplación.


CITAS, CURIOSIDADES, OTRAS IDEAS, RESUMEN

Cita: “Conócete a ti mismo”.


Biografía geográfica.

Padre de la Iglesia y gran reivindicador de la existencia de África en el Imperio Romano.

Tagaste, Madaura, Cartago, Roma, Milán, Hipona.