UNAMUNO

1864-1936

La muerte, su principal preocupación. Se puede considerar un luchador intelectual contra la muerte.

Lenguaje

(i) Unamuno es, ante todo, un literato (poeta y novelista experimental, ensayista y articulista).

(ii) Unamuno es uno de los miembros más destacados de la Generación del 98.

(iii) El libro “La vida de Don Quijote y Sancho” hace famoso a Unamuno fuera de España. Es una obra grandiosa, disparatada, conmovedora y, como no, excesiva: intenta escribir de nuevo “El Quijote“, quitando al Quijote de todo carácter risible, y haciendo de “El Caballero” un místico, santo, tras el que hay que ir: “Yo sé quien soy, y digan lo que digan, hay que seguir adelante“. Enfrenta a la razón (Sancho) con la locura (Quijote), que son la unidad de la vida.

(iv) Esta idea vuelve a desarrollarla en 1936 en el libro “Del sentimiento trágico de la vida“, en el que dictamina que la vida es una paradoja, el conocimiento racional no puede dar cuenta de lo vital, ya que la vida es lucha entre el intelecto y el sentimiento. Unamuno conclye que el más trágico problema de la filosofía es conciliar las necesidades intelectuales con las necesidades afectivas.

(v) La obra más famosa de Unamuno es 1914, “Niebla“. En ella, los personajes salen hablando con el autor, y hay uno hasta que intenta matarlo.

Aportación política

(i) La guerra carlista (el asedio a Bilbao) marcó la niñez de Unamuno.

(ii) Su tésis doctoral se tituló “Crítica sobre el problema sobre el origen y prehistoria de la raza vasca“, 1883, y en 1885 publicó sus dos primeros libros: “Guernica” y “El elemento alienígena en el idioma vasco“.

(iii) En 1914 Unamuno fue destituido como Rector de Salamanca por ser “cabeza de la oposición liberal”, y condenado por injurias al Rey. En 1924 Primo de Rivera lo destituye por sus críticas al Régimen y se le deporta a Fuerteventura. Se exilia en París y Hendaya.

(iv) Al proclamarse la República, Unamuno vuelve a su puesto de Rector y es elegido Diputado en la Asamblea Constituyente por la “Agrupación al Servicio de la República“, junto a otros intelectuales: Ortega, Gómez de la Serna, Machado, Marañón, Madariaga, Giner de los Ríos y Pérez de Ayala. En 1933 deja la actividad política.

(v) Unamuno apoya inicialmente el Golpe de Estado del 36, argumentando la anarquía y descontrol existente, pero no acepta la deriva salvaje de los Nacionales en su represión:

“Venceréis, pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta, pero no convenceréis, porque convencer significa disuadir, y para disuadir no tenéis algo que os falta: razón y derecho en la lucha”.


Idea fuerza filosofía

(i) Unamuno era una especie de existencialista, quizá en sintonía con Kierkegaard y Schopenhauer.

Unamuno pone en el centro de su reflexión no al hombre abstracto (detestaba lo abstracto, un género sin atributos) sino al hombre de carne y hueso. Considera que tiene que notarse su palpitar, su carnalidad y los verdaderos afanes propios ligados a nuestra condición carnal.

(ii) Para Unamuno el afan más importante es no morir. La muerte es algo muy nuestro y con la que somos incompatibles. No lo podemos soportar. Unamuno es un enemigo decidido de la muerte.

(iii) Esta idea vuelve a desarrollarla Unamuno en 1912 en el libro “Del sentimiento trágico de la vida“, en el que dictamina que la vida es una paradoja, el conocimiento racional no puede dar cuenta de lo vital, ya que la vida es lucha entre el intelecto y el sentimiento. El más trágico problema de la filosofía es conciliar las necesidades intelectuales con las necesidades afectivas.

El hombre filosofa porque necesita justificarse a sí mismo en el conflicto que él mismo es como tensión entre lo individual y lo colectivo, entre el espíritu y el intelecto, entre lo racional y lo emocional. La realidad primaria con la que el filósofo se encuentra es la de si mismo como voluntad de no morir (es por ello que puede considerarse a Unamuno como un precursor del existencialismo). Don Miguel concluye que esta voluntad es la secreta raíz inconfesable del anhelo humano: el apetito de divinidad.

(iv) Unamuno rechazó el materialismo, así como la tendencia de sustituir realidades vitales por realidades conceptuales. Según Don Miguel la perspectiva racional quiere fijar, pero la vital renuncia a lo permanente y unívoco: una cosa cualquiera es sólo un repertorio de posibilidades. En tanto que esas posibilidades existen para alguien, la sustancialidad de las cosas se funda en la sustancia de la persona humana, que siempre es un ente de carne y hueso, y no una hueca abstracción.

El Quijote con boina. Mateo (2020).

Ética

(i) En Unamuno se puede encontrar una propuesta ética que gira en torno al deseo del hombre en relación a la perpetuidad. Lo demás está de más. Su idea se basa en un deseo nostálgico de reconocerse como un hombre de carne y hueso en pleno vínculo con la trascendencia.

(ii) Unamuno considera que el elemento esencial del carácter español es la envidia, que él llama “cainismo“.


Religión

(i) Unamuno pierde la fe católica en su juventud, y considera que la muerte es definitiva. A la vez argumentaba que la creencia en algún tipo de supervivencia es necesaria para que los hombres puedan vivir: “Me hubiera venido bien creer para sí haber conseguido la inmortalidad”. Su pensamiento religioso se ha catalogado como existencialismo cristiano.

(ii) Para Unamuno, el anhelo de Dios y la inmortalidad personal es irrenunciable, aunque el hombre, como científico racional, no pueda sostenerlo. La fe es una afirmación del creyente, y no un presunto conocimiento. La razón no puede negar sus razones a la fe, pero tampoco ésta a aquella.

(iii) 1930, “San Manuel Bueno y mártir“: En esta obra Unamuno describe a un sacerdote que ha perdido la fe, pero sigue ejerciendo de cura por que quiere ayudar a los demás.

(iv) En el verano de 1936, en plena efervescencia golpista, Unamuno hace un llamamiento a los intelectuales europeos para que apoyen a los Nacionales, declarando que éste es el bando que representa la defensa de la civilización occidental y de la tradición cristiana.


CITAS, CURIOSIDADES, OTRAS IDEAS, RESUMEN

(i) Unamuno fue un personaje arrollador, individualista, cristiano y orgulloso de ser español; siempre intentó sacudir conciencias, y despertar de la tragedia de morir sin querer morir. Es, por tanto, nuestro representante intelectual basado en la paradoja.

(ii) Se le puede considerar Quijotesco, ya que Unamuno supo animar todos las salsas políticas a lo largo de su vida. 1928, “Contra esto y aquello” , es una obra que lo atestigua así.

(iii) Elías Canetti, parafraseando a Unamuno, le denominaba “El enemigo de la muerte“.

Cita: “¡Qué inventen ellos!”


Biografía geográfica.

Unamuno, ese bilbaíno salmantino.

Bilbao, Madrid, Suiza, Italia, Francia, Salamanca, Fuerteventura, París, Hendaya, Salamanca.